Con algo de tiempo "libre" para poder volver a escribir un poco... con una pantalla en blanco y combatiendo los malos momentos de la vida, me doy este espacio para no oxidarme. Y ¿qué mejor manera de hacerlo que compartiendo algunas reflexiones sobre la Palabra divina que domingo a domingo nos ofrece el Señor, nuestro Dios, a través de la Sagrada Liturgia?
Por eso, hoy intento -uno más- esta nueva experiencia de poner nuevamente por escrito estas reflexiones que van surgiendo domingo a domingo. No pretendo que sea un espacio homilético, ni tampoco exegético. No serán clases de teología ni de pastoral, mucho menos de moral... nada de ello, nada siquiera académico. Pretendo simplemente poner aquí eso, reflexiones dominicales sobre la Palabra.
Dios me ayude con inspiración, gracia y entendimiento. Me encomiendo al cuidado amoroso de la Siempre Virgen Santa María, en su advocación de Guadalupe, para que me cuide y ayude en esta tarea que hoy me propongo. Y a ustedes, hermanos y hermanas, hombres y mujeres de buena voluntad, les pido paciencia y su indulgencia, para que al leer las próximas alucinaciones mentales de corte teológico-pastoral, ni se escandalicen, ni se eleven demasiado. Cualquier herejía, corríjanla con caridad y perdónenla, tomando lo que sigue como de quien viene: Su Servidor, intentando en el amor compartir un poco de sí...
Agradezco sus oraciones y estoy a su disposición a través de este y otros medios bien conocidos... Valoraré mucho sus comentarios y, sobretodo, sus amables oraciones, por mi conversión o por mi eliminación de la faz de la tierra... Saludos y Bendiciones.
Mihi Invenire Locum Meum in Caelo,
Alfonso Maya Trejo.
Mayo de 2015, 8ª semana del Tiempo Ordinario, antes de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
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