"No temas, desde hoy serás pescador de hombres" (Lc 5,10) |
Leer: Lc 5,1-11
1 Una vez que la gente se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios, estando él de pie junto al lago de Genesaret, 2 vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». 5 Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
6 Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían.
8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». 9 Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; 10 y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». 11 Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Reflexión
¿Para ti, quién es Pedro? ¿Acaso un “santo milagroso”? O bien, ¿Un hombre que siguió e imitó a Cristo?
Pedro Apóstol, amigo de Jesucristo, natural de Betsaida. Nombre original: Simón. Profesión: Pescador.
Hombre rudo, de trabajo fuerte, lo que no implica que fuera “de pocas luces” o poco preparado. Como todo judío de su época, instruido en la Sagrada Escritura, conocedor de la Ley, hombre de fe, hombre de Dios…
Sincero, franco y humilde. Duro en el trabajo y en el trato con los demás. Apasionado y un tanto arrebatado.
Simón es Pescador. Hermano de Andrés, uno de los primeros seguidores de Cristo. Un día, su hermano Andrés le dice que ha encontrado al Mesías anunciado por los profetas. Y Pedro no se la cree inmediatamente… quiere conocerle primero…
La pesca del día había sido mala, muy mala… y “este Mesías” le pide subir a la barca y “remar mar adentro”, arrojar las redes y volver a pescar. Simón, desconfiado, no se la cree tampoco, pero lo hace… vuelve a pescar… Y la pesca resulta abundante.
Y Simón, confundido, humilde aclama a Jesús: “Apártate de mí, Señor, que soy Pecador”…
Jesús lo mira con afecto, sonriendo, sin burlarse… lo mira y le dice… “Tú eres Simón, y desde ahora te llamarás Pedro… Sígueme y te haré Pescador de Hombres”… Por eso, desde entonces, a él le llamamos Pedro, el Pescador.
Ahora que has escuchado un poco de él, de sus inicios… ¿Miras a Pedro como algo mucho más real, más que una imagen que “sale” de procesión cada 29 de junio?
Catequesis Petrinas, 1ª Parte: San Pedro Apóstol
Locum Invenire Locum Meum in Caelo
Alfonso Maya Trejo, junio de 2013
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