Catequesis Petrinas 08: Pedro Anuncia

"Entonces Pedro... levantó su voz y con toda solemnidad declaró ante ellos..." (Hch 2,14)

Leer: Hch 2,14-24.32-33.37-41

¹⁴ Entonces Pedro, poniéndose en pie junto con los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró ante ellos:

«Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras. ¹⁵ No es, como vosotros suponéis, que estos estén borrachos, pues es solo la hora de tercia, ¹⁶ sino que ocurre lo que había dicho el profeta Joel:

¹⁷ Y sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán y vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños; ¹⁸ y aun sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días, y profetizarán. ¹⁹ Y obraré prodigios arriba en el cielo y signos abajo en la tierra, sangre y fuego y nubes de humo. ²⁰ El sol se convertirá en tiniebla y la luna en sangre, antes de que venga el día del Señor, grande y deslumbrador. ²¹ Y todo el que invocare el nombre del Señor se salvará.

²² Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, ²³ a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. ²⁴ Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio... 

³² A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. ³³ Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo. 

³⁷ Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? ³⁸ Pedro les contestó: «Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. ³⁹ Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».

⁴⁰ Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo: «Salvaos de esta generación perversa». ⁴¹ Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

Reflexión

Ya casi estamos terminando este novenario. Después de hoy un día más… ¿Qué pasará después? ¿Te lo has preguntado? Mañana tendremos una Misa para celebrar el amor de Dios, cercanos ya a la fiesta patronal de nuestro pueblo. Luego, entre el 29 y el 30 de junio, nos alegraremos y celebraremos juntos la Solemnidad de San Pedro y San Pablo… habrá, como cada año, Primeras Comuniones y Confirmaciones… y habrá feria y fiesta… y harta comida y bebida… Y quemaremos muchos “cuetes” y quizá hasta un castillo…

     Pero, ¿Y después? ¿Volveremos a casa como si nada? ¿Volveremos a nuestras actividades diarias como si nada hubiera pasado?

     No, hermanos, no. Pedro nos recuerda el principio, la finalidad y el centro de nuestra fe: Nosotros creemos en que Jesús de Nazaret es el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios… que Él padeció, murió y resucitó por amor, para que tú y yo tengamos vida… y vida en abundancia…

     Saber esto significa que, después de hoy, nuestra vida no puede ser igual…

     Alguien le preguntó a Pedro, al final del discurso que hemos leído: “¿Qué tenemos qué hacer para salvarnos?”

     Pues bien, seguramente hoy, Pedro nos diría… “ya has sido bautizado; ahora, vive tu bautismo, con amor, con compromiso, compartiendo tu fe y tu vida con amor en comunidad”… no vuelvas a alejarte, no apartes una vez más tu vista de este Dios nuestro que tanto nos ama…

    Y ama, ama, ama… Anuncia, como Pedro, con gran valentía, que Dios es amor… y anúncialo amando…

Catequesis Petrinas, 1ª Parte: San Pedro Apóstol

Locum Invenire Locum Meum in Caelo

Alfonso Maya Trejo, junio de 2013