"Pastorea mis Ovejas" (Jn 21,16) |
Leer: Jn 21,15-17
15 Después de comer, dice
Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le
contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis
corderos».
16
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas».
17
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se
entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: « ¿Me quieres?» y le
contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice:
«Apacienta mis ovejas.
Reflexión
Después de confesarte con el
padre, ¿has sentido el perdón de Dios? ¿Sabes que ese perdón es un perdón por
amor?
Una noche, Pedro negó tres
veces a Cristo. Unos días después, una mañana, Jesús le preguntó a Pedro tres
veces: “Pedro, ¿me amas?”… y a cada “sí” de Pedro, Jesús le encomendó sus
ovejas, su pueblo, sus hermanos y amigos.
Pedro fue pescador en el mar…
luego Jesús lo hizo pescador de hombres… luego le dio las llaves de la Iglesia…
después, Pedro lo negó y lloró. Ahora, Jesús, en su infinito amor, hace de
Pedro un Pastor verdadero.
Nosotros pertenecemos a una
parroquia dedicada a San Pedro Apóstol, y no sólo la parroquia, sino el pueblo
entero: San Pedro Atzompa. Quizá el Señor nos está preguntando a nosotros
también si le amamos… y, también a nosotros nos está llamando a ser pastores
del amor de Dios…
Un Pastor conoce a sus ovejas,
las protege, las cuida, las respeta… quizá nosotros también debiéramos empezar
a dejar de ver a San Pedro como una mera imagen procesional, como un “santito”
milagroso, y empezar a mirarlo para imitarlo… ser también pastores, para ayudar
al Señor, nuestro Dios, a edificar el Reino y a buscar juntos la felicidad a la
que estamos llamados por Dios; ir en busca de aquellos que se han alejado,
tomarlos de la mano, y decirles con nuestra mirada en sus ojos: “¡Ven, el Señor
te ama… y te llama!”…
Hoy al regresar a tu casa,
después de este Santo Rosario, no olvides despedirte de todos, darles las
buenas noches a cuantos hermanos y hermanas, amigos y amigas, te encuentres por
el camino a tu casa… no olvides que el pastor, como Pedro, cuida y protege… y
respeta…
Catequesis
Petrinas, 1ª Parte: San Pedro Apóstol
Locum Invenire
Locum Meum in Caelo
Alfonso Maya Trejo,
junio de 2013
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